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Profesorado y uso de la tecnología en la escuela

Vivimos en un contexto de imposición de la incorporación de tecnologías digitales en los centros educativos, que se ha hecho más patente con la crisis de la COVID-19. Sin embargo, el pensamiento pedagógico de los maestros todavía se presenta disociado de la aplicación de las tecnologías educativas en el aula.


Esta contribución quiere explorar hasta qué punto el gran problema para la presencia de las tecnologías en las aulas es un pensamiento pedagógico profundamente anti-tecnológico, incluso de parte de la academia.


La génesis de la oposición a la tecnología puede estar en una cultura popular que refleja una profunda crítica a los efectos de la tecnología. Lo que se opone es una visión supuestamente humanista de la educación.


Como sabemos, la utilización de la tecnología en las escuelas no está exenta de amenazas. Muchos autores han avisado sobre los problemas de exceso de instrumentalización de los maestros o la alienación de los estudiantes, lo que algunos llaman “uberización” de la educación (http://unescochair.blogs.uoc.edu). A raíz de estos problemas, hay estudios que observan que la mayoría de los maestros no tienen interés en la tecnología o le atribuyen un carácter alienante.


La cultura popular está constituida por relatos. El potencial de los imaginarios o relatos del colectivo que conforma la comunidad escolar es fundamental en las reformas y proyectos educativos. Los relatos, por otra parte, son parte de las metodologías más habituales en el estudio de los procesos de apropiación de la tecnología. 


¿Qué conceptos son evocados por los maestros en formación inicial? ¿Estos maestros tienen las mismas perspectivas sobre el papel de la tecnología y la educación en la sociedad? ¿Las concepciones que emergen del imaginario colectivo de los maestros sobre la tecnología son más positivas o más negativas?


Por ello, se ha recuperado la génesis de los relatos de la relación de los docentes con la tecnología, situando cómo se han construido estos relatos para luego preguntarse hasta qué punto estos imaginarios sociales han calado entre los futuros docentes en la actualidad, quienes están llamados a construir la escuela del futuro.


El trabajo aporta entonces un análisis de cómo se han construido los cuatros relatos más populares sobre la tecnología educativa, a saber: el relato humanista, el relato maquinista, el relato cientifista y el relato futurista.


El relato humanista devuelve la creencia en el ser humano y sus posibilidades. Existen las escuelas que han construido un ideario educativo que aprovecha las oportunidades tecnológicas de acceso al conocimiento y producción del mismo para involucrar a sus estudiantes en proyectos sociales y críticos, sin renunciar a un gusto por el acervo cultural.

El relato del maquinismo desemboca en la guerra, el terror o la destrucción medioambiental. Resulta difícil alentar un cambio educativo a partir de este relato.


El relato del cientifismo se asocia a una forma dominante de hacer ciencia: aquella que sirve a los intereses de una nación. Las premisas de eficiencia y control no son las mejores compañeras para cambiar la educación, generando preocupación por el poder del “big data”. Aunque existen alternativas cientifistas profundamente sociales, las tecnologías en las escuelas tienen dificultades para sobreponerse al relato del cientifismo.


Con el pensamiento postmoderno sobre la tecnología futurista, se anima a pensar la superación de las antiguas pesadillas de la escuela (transmisión, uniformización, violencias) mediante acción política, inteligencia y emociones. Un mensaje difícil de aceptar en la medida en que la tecnología es de los poderosos.


Para identificar el tipo de relato con el que se ha acompañado y que se le ha asignado popularmente a la tecnología educativa en las escuelas, que puede estar impidiendo la puesta en marcha de una narración alternativa de las posibilidades de una escuela tecnológica, se realizó un estudio empírico a partir de un enfoque narrativo de la experiencia de los estudiantes de la educación.


Se aplicó la técnica de grupo focal a una acción educativa donde, junto a grupos de futuros profesionales de la educación, futuros maestros y futuros tecnólogos educativos, se buscó recuperar sus imaginarios de la tecnología desde una película comercial que les hace evocar el concepto. Se realizaron tres técnicas de esta naturaleza en otros tantos grupos de clase durante los cursos 18-19 y 19-20 con un total de 73 estudiantes de ambos sexos de una universidad española. Mediante su análisis, se recogen cuatro relatos populares sobre la tecnología educativa: humanista, maquinista, cientifista y futurista.


En el estudio se pone de manifiesto, en primer lugar, que la cultura popular (en los filmes que se asocian a la tecnología y a la escuela) que traen consigo los futuros maestros endosa a la tecnología los peores augurios, propios de un relato maquinista y cientifista que no ha hecho una auto-crítica de su repercusión social.


También se propone una salida a estos imaginarios escolares. Basada en la tradición de la propia escuela y la universidad, se pone de manifiesto una nueva narrativa humanista que combina aspectos cientifistas y futuristas, la que nos podría ayudar a repensar las posibilidades de las tecnologías dentro de una educación alternativa.


Quizá un nuevo relato pueda atraer hacia la tecnología educativa a quienes quieren promover cambios en las escuelas, aquellos que son los principales promotores de una escuela alternativa, que deberían ser los aliados naturales de los tecnólogos educativos.


Hace falta que desde la práctica educativa se reflexione sobre los relatos de la relación de los maestros con la tecnología digital, para generar una propuesta educativa más ilusionante. Esa propuesta quizá permita entrever la tecnología educativa como un buen aliado para promover el cambio educativo.


Joaquín Paredes-Labra

Ada Freitas Cortina

Universidad Autónoma de Madrid




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