El pasado mes de octubre de 2021, Mark Zuckerberg, el presidente de Facebook, anunció la llegada del metaverso en un plazo de 5 a 10 años, definiéndolo como una realidad digital alternativa en la que la gente trabaja, juega y socializa. A partir de este momento, los profesionales de diferentes ámbitos se han formulado preguntas sobre este concepto, sus consecuencias e impacto en el futuro.
El artículo titulado “De la realidad extendida al metaverso: una reflexión crítica sobre las aportaciones a la educación” ofrece respuestas a los interrogantes que han surgido en torno al metaverso. ¿Cuál es su origen? ¿Qué posibilidades educativas brinda? ¿Cuáles son sus puntos fuertes y débiles? ¿Qué impacto tendrá en el e-learning?
La investigación que sustenta el artículo parte de dos conceptos clave sobre los que pivota la realidad extendida: el grado de inmersión en entornos virtuales y la sensación de presencia de los usuarios. La realidad extendida, el antecedente del metaverso, abarca la realidad virtual, la realidad aumentada y la realidad mixta, y ha experimentado un notable progreso en los últimos años.
Ante la llegada del metaverso, es preciso pensar atenta y detenidamente sobre las aportaciones de la realidad extendida a la educación, desde un punto de vista crítico, sin caer en la tecnofilia, o mera afición por la tecnología, teniendo en cuenta las evidencias científicas que respaldan los entornos virtuales.
El artículo se divide en tres secciones. En primer lugar, se define cada tipo de realidad y se valoran sus aportaciones a la educación. En segundo lugar, se realiza una argumentación fundamentada sobre los pros y los contras de estas tecnologías en la práctica educativa. En tercer lugar, se explican los desafíos que plantea el metaverso en la educación. Los resultados muestran que la realidad extendida ha contribuido a la mejora del proceso de enseñanza y aprendizaje. La formación del profesorado para diseñar experiencias de aprendizaje basadas en la realidad extendida y la colaboración interdisciplinar entre los ámbitos de la tecnología y la pedagogía son las asignaturas pendientes.
Estos resultados influyen en el desarrollo del metaverso, que tendrá un gran impacto en diferentes sectores, entre los que destaca la educación, lo cual sugiere la necesidad de diseñar un código ético, desarrollar una cultura y proteger la identidad de los usuarios.
Estos retos son transversales y atañen a los diferentes ámbitos que ya apuestan por el metaverso, pues en esta nueva realidad, la gente puede trabajar, jugar y socializar. Asimismo, es preciso ahondar en los tres retos que se plantean. El primero de ellos, la ética, constituye la piedra angular en el metaverso, en tanto que se debe favorecer la convivencia y las relaciones entre los usuarios. El segundo, el principio de inclusión, conlleva la accesibilidad y la utilización para todas las personas. El tercero, las consecuencias de los avatares, o alter ego, que actúan en el metaverso, y pueden tener una repercusión en el mundo real.
Tras la pandemia originada por la COVID-19, que marca un punto de inflexión sobre la implementación de las tecnologías emergentes en la educación del futuro, la realidad extendida ha cobrado relevancia, interés e impacto en el proceso de enseñanza-aprendizaje. El metaverso, que supone un paso más en la evolución de la realidad extendida, debe hacer frente a diferentes desafíos, que pasan por el desarrollo de una cultura, sustentada en valores y normas, que aseguren su implementación.
Pablo Javier Ortega Rodríguez
Universidad Autónoma de Madrid (España)
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