La educación inclusiva es un asunto central en la agenda educativa internacional. Está reconocida como derecho humano, forma parte de la Agenda 2030 de la UNESCO… Sin embargo, estamos en riesgo de entenderla como obra maestra de la retórica, pues parece representar una ética ideal sólida, fácil de aceptar y difícil de rechazar, pero con menos presencia de la necesaria en las acciones. Aún nos queda camino por recorrer y, desafortunadamente, son muchos niños y niñas quienes dentro de nuestras comunidades educativas viven situaciones de segregación, marginación y fracaso escolar, antesala de la exclusión social.
En este contexto, desde la investigación y desde diferentes organismos nacionales e internacionales, se indica la necesidad de intentar comprender de la mejor manera posible cómo transformar nuestros centros educativos para ser más inclusivos. Esto supone la necesidad de tener que aprender, comprender y analizar cómo, desde los contextos educativos concretos, los miembros de las comunidades educativas se comprometen con este horizonte de cambio y las estrategias que siguen para poderlo hacer realidad. Este ha sido el principal objetivo del trabajo “Hacia una educación más inclusiva: la transformación de un centro educativo”.
En esta investigación, nos hemos acercado a una comunidad educativa de la Comunidad de Madrid que, en un momento de su historia, decidió comprometerse firmemente con la tarea de hacer realidad el derecho de todos los niños y niñas a una educación inclusiva. Hemos llevado a cabo un estudio de caso único con enfoque cualitativo durante 3 cursos escolares, que nos ha dado la oportunidad de observar, escuchar y participar de la experiencia de esta comunidad educativa. En el trabajo que compartimos en la Revista Teoría de la Educación mostramos algunos de los aprendizajes obtenidos escuchando la voz de docentes, equipo directivo, equipo de orientación y familias, a través de entrevistas y grupos de discusión. Compartimos los aprendizajes en relación con dos grandes interrogantes:
¿Qué motivos impulsaron el inicio del proceso de transformación con horizonte inclusivo?
¿Qué estrategias siguieron y desarrollaron para impulsar la transformación con ese horizonte de cambio en la comunidad educativa?
La respuesta a ambos interrogantes nos permite poder comprender con mayor profundidad la compleja tarea de llevar los valores inclusivos a la acción. Así, por un lado, preguntarnos por los motivos del cambio, puede tener valor porque su respuesta nos puede permitir comprender las razones que llevan a los centros educativos y a los profesionales concretos a moverse y transformar su modo de hacer. En este sentido, no todos los motivos que pueden animar al cambio educativo requieren del mismo proceso de acompañamiento. No es lo mismo que, por ejemplo, una norma interna de centro imponga un nuevo modo de proceder a que, por ejemplo, los profesionales educativos vivan la necesidad de querer cambiar la manera de desarrollar la tarea educativa porque, por ejemplo, han vivido situaciones de exclusión en el alumnado y deciden oponerse a las situaciones de injusticia social. Son impulsos para el cambio de diferente naturaleza y que requieren procesos de acompañamiento y estrategias distintas en las comunidades educativas. Comprender estos motivos tiene sentido, como decimos, para poder acompañar mejor en el proceso.
Por otro lado, además de comprender los motivos para cambiar la cultura del centro educativo, cabe preguntarse sobre los “cómos”: ¿cómo emprender el cambio?, ¿cómo hacerlo sostenible? A veces, la necesidad de cambio sólo es vivida por algunos miembros de la comunidad: cabe aprender en las propias comunidades educativas cómo podríamos animar a otros compañeros y compañeras a sumarse a ello.
Algunas de los principales aprendizajes alcanzados gracias a esta investigación los compartimos desde estas 5 grandes lecciones aprendidas:
¿Cómo empezar con la transformación inclusiva en los centros educativos? Hemos aprendido que resulta fundamental que las comunidades educativas partan de la idea de que la realidad puede transformarse, que la exclusión es social y, como tal, puede ser cambiada.
¿Bajo qué mirada hacia la realidad? Es valioso problematizar el presente, complejizar y cuestionarse la realidad dada. Tiene gran poder transformador confrontar la realidad del día a día vivido en el centro educativo con el horizonte inclusivo, evidenciando los aspectos que deben ser transformados, donde cobran especial fuerza las cuestiones éticas.
¿Cómo empezar? Para promover esta mirada cuestionadora y transformadora hacia la realidad, los aprendizajes alcanzados desde la experiencia de esta comunidad educativa, ponen de relieve al menos dos acciones (1) tratar de conectar con el alumnado, como persona singular, intentando analizar y comprender su experiencia educativa, y (2) conocer experiencias transformadoras que han sucedido en otros lugares, que nos permitan ver que otra realidad es posible y que nos pueden servir de apoyo.
¿Quiénes empiezan la transformación? Tiene especial valor que los profesionales se identifiquen a sí mismos como agentes de cambio, con capacidad de agencia y transformación, como protagonistas de la creación de una nueva escuela.
¿Cómo hacerlo posible? El liderazgo tiene un papel fundamental para crear las condiciones que posibiliten el inicio y la sostenibilidad del proceso.
Mª Luz Fernández Blázquez
Gerardo Echeita Sarrionandia
Universidad Autónoma de Madrid
