Investigación y transferencia del conocimiento en Ciencias de la Educación: Una cuestión de justicia social
- editorteri
- 12 jun
- 3 Min. de lectura
En el campo de la educación, la investigación no puede quedar confinada a las universidades ni limitarse a discusiones teóricas. Su verdadero valor radica en su capacidad de transformar la sociedad, contribuir a la equidad y mejorar las oportunidades de aprendizaje. Precisamente esto plantea el artículo "Investigación y transferencia del conocimiento en Ciencias de la Educación: Una cuestión de justicia social", publicado en la revista Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria por Alexandre Sotelino Losada, Miguel A. Santos Rego y Mar Lorenzo Moledo, investigadores del grupo Esculca de la Universidad de Santiago de Compostela.
El trabajo destaca la urgencia de que la investigación educativa trascienda el espacio académico y se traduzca en mejoras concretas en políticas educativas, prácticas docentes y acceso equitativo a la educación. Los autores sostienen que la producción de conocimiento no debe ser un ejercicio aislado, sino una respuesta a los desafíos sociales y una herramienta para reducir desigualdades. Como afirman Sotelino, Santos Rego y Lorenzo (2024, p. 120), "la investigación en educación no puede entenderse como un fin en sí misma, sino como un medio para lograr la transformación social".
Uno de los aportes más relevantes del artículo es su enfoque en la justicia social como eje central de la investigación educativa. No basta con generar teorías complejas; es esencial producir conocimiento con un propósito claro: mejorar la vida de las personas y garantizar que todas las personas, sin importar su origen o situación socioeconómica, accedan a una educación de calidad. Para ello, es imprescindible que la transferencia del conocimiento sea efectiva y llegue a docentes, responsables de políticas públicas y otros agentes educativos que pueden aplicarlo en su práctica.
El artículo también subraya la responsabilidad social de las universidades y de quienes investigan en educación. Publicar en revistas académicas y presentar ponencias en congresos es fundamental para el avance del conocimiento, pero no suficiente. Para generar cambios reales, es necesario crear redes de colaboración entre investigadoras, investigadores, docentes y responsables de políticas educativas (Santos Rego, 2016). En este sentido, los autores presentan cuatro modelos de transferencia del conocimiento en educación:
Modelo lineal: La investigación se difunde desde la academia hacia la práctica educativa sin retroalimentación.
Modelo de aplicación: Se centra en la adaptación de la investigación a las necesidades específicas del contexto educativo.
Modelo de intercambio recíproco: Promueve el diálogo entre investigadoras, investigadores y profesionales para desarrollar conjuntamente el conocimiento.
Modelo de interacción social: Enfatiza la colaboración activa entre todas las personas involucradas en la educación para transformar la realidad educativa.
El trabajo enfatiza la necesidad de fortalecer el vínculo entre teoría y práctica, y por tanto los responsables del texto abogan por el modelo de interacción social como vía para conectar investigación y transferencia. La investigación debe partir de las realidades socioeducativas y del conocimiento experiencial de docentes y educadoras. Un marco teórico desconectado de los desafíos que enfrenta el personal educativo pierde relevancia. Por ello, es crucial que el conocimiento generado sea accesible, comprensible y viable para su aplicación en la práctica cotidiana.
Los autores también advierten sobre el riesgo de una investigación centrada exclusivamente en indicadores cuantitativos, descuidando las dimensiones cualitativas y humanísticas de la educación. Si bien los datos cuantitativos son fundamentales para evaluar el impacto de las intervenciones educativas, es igualmente esencial escuchar las voces de quienes participan en el proceso educativo y considerar sus experiencias para obtener una visión integral de los fenómenos socioeducativos.
El análisis propuesto por los investigadores adopta una perspectiva crítica y reflexiva sobre el estado actual de la investigación educativa. Cuestionan la desconexión entre la producción académica y las necesidades del sistema educativo y proponen estrategias para garantizar que el conocimiento generado tenga un impacto real.
En conclusión, el artículo de Sotelino-Losada, Santos-Rego y Lorenzo-Moledo constituye una contribución fundamental para quienes creen en el poder transformador de la educación y en la importancia de una investigación comprometida con la justicia social. Su mensaje es claro: el conocimiento no puede quedar restringido a las universidades; debe convertirse en una herramienta de cambio en la práctica educativa y en la formulación de políticas públicas. En un mundo donde la desigualdad educativa sigue siendo un problema urgente, esta reflexión es más relevante que nunca. Es un llamado a la acción para que la investigación educativa sea verdaderamente significativa y contribuya a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Para docentes, investigadoras, investigadores y todas las personas interesadas en la educación como motor de cambio social, este artículo ofrece una perspectiva crítica y necesaria sobre cómo lograr que la investigación pedagógica tenga un impacto real en la sociedad.
Referencias:
Santos-Rego, M. A. (Ed.). (2016). A investigación educativa en Galicia, 2002-2014. Editorial Galaxia.
Sotelino-Losada, A., Santos-Rego, M. A., & Lorenzo-Moledo, M. (2024). Investigación y transferencia del conocimiento en Ciencias de la Educación: Una cuestión de justicia social. Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria, 36(2), 119–137.
Alexandre Sotelino-Losada
Miguel A. Santos-Rego
Mar Lorenzo-Moledo
Universidad de Santiago de Compostela

Comentarios