La convivencia escolar es uno de los temas que más suele preocupar a la comunidad educativa, pues de ella dependen cuestiones básicas como la calidad de los aprendizajes y el bienestar (no solamente del alumnado). Por ello, es fundamental contar con un equipo de profesores competentes y preparados para gestionar la convivencia en los centros educativos y en las aulas. Y, si bien es cierto que existen algunas iniciativas en la formación continua del profesorado, la convivencia es algo que se practica desde el primer momento en el que cada docente se incorpora a sus respectivos puestos de trabajo. Precisamente, esto hace que se torne necesaria su presencia en las titulaciones de las Facultades de Educación y Escuelas de Magisterio.
La convivencia escolar va más allá de la mera ausencia de conflictos. En esta línea argumental, la convivencia escolar implica la construcción compartida de un proyecto en los centros educativos con la participación de todos los agentes y actores implicados. Debido a la gran cantidad de interacciones entre personas, a las luchas de poder y, entre otros ejemplos, a los diferentes posicionamientos que se dan en dichas instituciones, se puede señalar que los centros educativos son organizaciones inherentemente conflictivas en las que debe haber un equipo de profesores concienciados y preparados para su gestión pacífica, constructiva y educativa.
Todas estas ideas llevaron a plantear un objetivo con el que trabajar: analizar la presencia de la convivencia escolar en los contenidos, objetivos, competencias y recursos de los Grados de Educación Infantil y Educación Primaria. Con esta idea en mente, tal y como se recoge en el artículo publicado, se analizaron 2224 guías didácticas de las Facultades de Educación españolas incluidas en el Ranking Shangai (aun siendo conscientes de las limitaciones que presenta el uso de rankings en el ámbito educativo, se trata de uno de los más famosos y extendidos en el contexto universitario). Dicho estudio giró en torno a la presencia y distribución de cuatro ideas claves: las dimensiones configuradoras de la convivencia (p. ej.: la paz, el pluralismo o la interdependencia), las principales tipologías de conflictos de convivencia (p. e.: el bullying, el vandalismo escolar o el plagio académico), los componentes básicos de los conflictos (p. e.: las actitudes, las contradicciones o las conductas) y las estructuras del modelo integrado de gestión de la convivencia escolar (p. ej.: la elaboración democrática de normas, el Programa de Alumnos Ayudantes o el Plan de Convivencia).
En líneas generales, las dimensiones configuradoras de la convivencia sí se encontraron a lo largo de las guías didácticas analizadas, aunque con ciertos matices. Principalmente, la comprensión por las demás personas se reflejó en torno a la empatía, siendo un término bastante recurrente en la contextualización de las asignaturas, en las competencias y en los resultados de aprendizaje de la mayoría de las universidades analizadas. Por su parte, la interdependencia como dimensión configuradora de la convivencia tuvo su principal aparición en la metodología de las asignaturas optativas del Grado en Educación Primaria que se vinculaban a las didácticas específicas. Sin embargo, el pluralismo y la paz no estuvieron especialmente presentes en asignaturas más allá de cuestiones religiosas, aunque la idea de paz sí tuvo algo más de presencia a lo largo de la formación inicial del profesorado.
La violencia general fue un tema bastante frecuente en las guías docentes de las titulaciones analizadas, aunque su frecuencia se redujo a asignaturas de carácter optativo. Pero, en contraposición, cuestiones como la disrupción, el vandalismo, el acoso sexual, el abuso sexual o los problemas de seguridad fueron temáticas prácticamente inexistentes en la formación inicial del profesorado. Entre todos los tipos de conflictos de convivencia, el bullying fue el más presente, estando recogido en diversos elementos curriculares y tipologías de asignaturas.
Si bien es cierto que a lo largo de las titulaciones analizadas se observaron algunas herramientas, técnicas y estrategias para la gestión de la convivencia, no se realizó desde un enfoque integrador que aglutinara esas respuestas en un mismo modelo de gestión de la convivencia escolar. Concretamente, la mediación de conflictos escolares resultó ser la estrategia más presente en las guías didácticas, pero se restringía prácticamente a asignaturas de carácter optativo.
A pesar de esta presencia de la convivencia en la formación inicial del profesorado, no se encontró ninguna asignatura específica en cuyo título apareciese el término convivencia entre las titulaciones analizadas para el curso 2019-2020.
Todas estas ideas deben tomarse con cautela y considerando que las guías didácticas analizadas corresponden a las Facultades de Educación españolas mejor posicionadas a nivel internacional, en lugar de atender a todas las Facultades en estos términos. Y también cabe considerar que las guías didácticas suponen un documento importante de planificación y de concreción curricular, pero no tienen porqué corresponderse con las prácticas reales de aula.
Carlos Monge López
Patricia Gómez Hernández
Universidad Complutense de Madrid
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